Una organización grande no es una organización con GRANDEZA.
Hoy en día necesitamos formularnos profundos cuestionamientos respecto a las formas tradicionales de relacionarnos con los miembros de nuestra organización (empleados, asociados o colaboradores).
No importa la complejidad de las tareas que realicen, su nivel cultural, intelectual o jerárquico; no importa lo exitosos que hayamos sido o seamos todavía en nuestro negocio; si no nos damos cuenta que nos relacionamos con “personas integrales” vamos pagar un costo.
Una persona integral está constituida por cuatro dimensiones, la física, la mental, social/emocional y la espiritual.
Para cada una de estas cuatro dimensiones existen 4 necesidades básicas:
Para la dimensión Física, Vivir.
Para la dimensión Mental, Aprender.
Para la dimensión Social/Emocional, Amar.
Para la dimensión Espiritual, Dejar un Legado o Hacer una Contribución Distintiva.
Estas cuatro necesidades básicas (Vivir, Aprender, Amar y Dejar un Legado) son cuatro salarios que toda organización que busca la grandeza debe ocuparse de pagar o satisfacer.
Muchas veces el foco solo está en una pequeña porción de la dimensión Física y del Vivir, que es el sueldo. Pero como ejemplo para esta misma dimensión física existe: el ambiente de trabajo, el deporte o actividad física, la relajación, la nutrición, la prevención de enfermedades, etc., aspectos a los que pocas veces se les presta atención; e impactan directamente en la línea de beneficios de una organización y en las personas.
Una de las razones principales que tenemos para no explorar estas cuatro necesidades es la creencia que nos van a pedir un aumento de salario, el paradigma que al trabajo no se viene a hacer amigos, el miedo a ser vistos como vulnerables o quizás a pagar el precio por no haber sido coherente en el pasado.
Sea cual fuese el motivo, si no somos creíbles, si no mostramos coherencia entre el decir y hacer y entre el hacer y ser, si no nos acercamos a nuestros asociados, y si no empezamos a relacionarnos de una manera distinta con ellos, tarde o temprano vamos a pagar un precio aunque sea solo de quedarnos con un equipo u organización grande, perdiendo la oportunidad de ir en busca de la Grandeza.
(Fuente FranklinCovey)