En los últimos años, personalmente he notado un aumento en la cantidad de personas que van al psicólogo. Por los datos que hemos relevado en diferentes estudios, el 9% de las personas nos dice que sólo concurre para hablar, el 55% tiene patologías diagnosticada y el 36% tiene dificultades para lograr resultados.
Este último grupo es el que probablemente desconoce que es ahí donde actúa un Coach: en los resultados que la persona desea lograr y en el motivo por el cual esos resultados no se están obteniendo. Estas personas no están enfermas, o en otras palabras, no tiene una patología diagnosticada; simplemente no saben qué hacer, o cómo hacerlo.
La diferencia entre un Psicólogo y un Coach
Podemos decir con seguridad que un Coach no es un psicólogo. El psicólogo puede ayudar a sanar patologías, puede ayudar a resolver problemas, da consejos y actúa en funciones de sus competencias en diversas corrientes (Conductismo, Psicoanálisis, Gestalt, Humanismo, etc.). Si la persona encuentra al profesional adecuado, puede ser una fuente de inmensa ayuda para curar una patología. Esto no es lo que hace un Coach.
Un Coach no atiende pacientes, no trata patologías.
Un Coach hace que explores mediante preguntas, modelos agotados en base a los que estás haciendo las cosas. Provoca que tú mismo hagas tus propios planes de acción, que te comprometas y que obtengas los resultados que deseas en tu vida.
Un Coach no está por encima ni por debajo del Coachee (personas que va a una sesión de Coaching). Está a la par, a su servicio. No aconseja, no hace planes por ti ni te dice qué hacer. Es tu decisión, tu compromiso y tus planes. Un Coach sin embargo, sí es responsable por el retorno ecológico de la persona, por su bienestar dentro de la sesión. Sus preguntas, que tienen muchas veces poder residual, deben desafiarte y no provocarte malestar o dolor post sesión.
Las sesiones de Coaching duran aproximadamente una hora y se busca resolver un solo tema por sesión. Para esto es necesario que la persona o Coachee esté en condiciones de hacer un cambio, decir un “basta” o realizar una acción.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir un Coach?
- En la entrevista previa, solicitar certificados avalados (usualmente la Asociación Argentina de Profesionales de Coaching – AAPC o la International Coach Federation – ICF).
- No tener demasiado en cuenta recomendaciones sobre Coaches que sirvan como guía. La elección y decisión debe ser tuya.
- Sentirte cómodo/a en la entrevista previa es fundamental para crear lazos de confianza.
- Firmar un acuerdo de confidencialidad, si es escrito mejor.
El Coaching es una herramienta maravillosa y transformadora, pero no debemos confundir herramienta con remedio. Los remedios calman síntomas, las herramientas se utilizan para guiar en el camino del cambio y el progreso personal.
Carlos Mayol.
Fundador y Presidente de Fostering Talent Group.